De nuevo

Me gustaría ese triángulo que se forma en tu boca,

Ese enamorarse de nuevo, el hormigueo constante, la humedad indolora y la cólera insípida de la ciudad.

Ese vértigo entre mi ombligo y mi monte de Venus, la añoranza, la nostalgia de lo que sucedió.

El latido galopante cada vez más cercano como un sismo de alta intensidad interminable, con una sonrisa de medio pelo, esas de memoria. Con la vista en un punto.

Enloquecerme por la falta de vos, imaginándonos en distintas escenas conyugales. Deseando uno o dos hijos contigo, una casa grande y un perro, perra para que sea aún más compañera.

Para Fran

Me hiciste volver a amar la vida,

A sonreírle al atardecer en el mar

Dentro de todo, te doy un bello país,

Te amo sin verte y doy mi vida por vos.

Estoy enamorada.

Si no estoy por causalidades de la vida, Quiero que leas esto o te lo lea papá, jamás te sientas culpable de nada, te esperé muchos años y gracias a Dios llegaste en el mejor momento.

Gracias por hacerme mamá de nuevo y darme esta oportunidad de vivir en tu corazoncito.

Te regalo mi otra mitad, tu hermano, que es para mi el hombre ideal, mi primer amor.

Te regalo mi patria, que es tuya, si la conocés jamás querrás separarte de Ella.

Te regalé durante meses mi metro setenta para que hagas lo que quieras, soy tuya pero compartida.

Gracias por permitirme ser su mamá.

La Rota

Aquí está la rota
Mis botas están rotas
Mi blusa está rota
Mi pulsera está rota
Mi falda está rota
Mis ojeras están rotas
Mis lágrimas están rotas
La cordillera está rota
Mi boca está rota
Mi alma está rota

*Rota

Ninguna rota en Chile ha sido derrotada
Ninguna rota en Chile ha sido pérdida
¿Toda rota tiene reparo?
Yo no entiendo como un ser humano puede romperse.

*1. f. Mar. derrota (‖ rumbo).
2. f. Mil. derrota (‖ vencimiento de tropas enemigas).
3. f. ant. Rotura o hundimiento.
de ~, o de ~ batida.
1. locs. advs. Con total pérdida o destrucción.
2. locs. advs. coloqs. De repente o sin reparo.

Numeros II

Cinco vibraciones
Once milanesas
Mil gramos
Diecisiete de presión
y la emotiva que subía
disminuía
de diez a ocho

¿Cuántas sílabas tiene con-che-tu-ma-re?
¿A dónde han quedado mis impares?

Te veo hasta en el weón que vende helados
de alguna forma también te busco en la ciudad
que no es de la furia.
Te busco en la cerradura de la puerta blanca
que separa la franja de gasa
Te busco en la ayurveda que nunca entenderé
Te busco en este sistema catastrófico de tranquilidad
que se debate así mismo que tipo de lentitud es.
En un país sin memoria
y con la herida abierta, como la mía.

La Mujer de la Pecera

No me interesa tu división
sí me sigue interesando tu fuerza
de aquella proviene tus dedos
que escriben en uñas de sabor latín
las urracas también tienen derecho
a lamerte los dedos.

Lamentable es el no compartir
mucha palabrería y poco acto
Lantanique…
¿Cuántos de esos peces han sido tiburones?
y no has querido introducir tus pies
tan solo puedo contar dos.

Mujer sin voz, sin imagen
de la imaginación de los jugadores
dependes tu creación.
Si nadie piensa en Lantanique,
no existiría
y que desgraciada sería Catalunya.

Mujer ¿Cuántos corazones has curado?
¿Cuántas bragas quitado?
¿Cuántas manos te han dedicado?
Lo triplicado de la cantidad
de peces que hay en el mar
que no son de pecera
pero que se han acostumbrado
a estar en un minúsculo lugar
con tan solo un poco de amor.

Soberbia, compulsiva
atenta, austera e hipotética
envidias a las ninfas
desatas la ira de las guerreras
y aún sonríes
al escuchar a Juan Luis Guerra.

¿Te he robado una sonrisa?
De las tantas que le has dado
a los hombres
que irónico, la sonrisa te la ha otorgado
una mujer
Una Valquiria en pie de guerra.

Dato de la Autora:
Hoy alimenté a tus peces.

Al cielo de Buenos Aires

Hoy me bauticé con la lluvia de diciembre
en  Buenos Aires,
en mi mente repasé los campos de trigo,
las plantaciones de yerba mate.
Miré al cielo y pedí que Dios me cuidara
en ese momento diluvió
tengo fe que me escuchó
y con eso me basta.

Yo soy de Buenos Aires, provincia
y parto al país vecino
a Norte Chico
quizás sea la última lluvia que vea
quizás sea la última vez que llore.

Adiós Nonino
te prometo que nunca dejaré de ser yo.

«!soy…! la raíz, del país que amaso con su arcilla. !soy…! sangre y piel, del tano aquel, que me dio su semilla.» – Piazzola.

Nos gusta hacernos daño

Sería más fácil decir que sí a todo, que estamos de acuerdo con que nos den lo que los demás quieren, sin consultar y/o que tu opinión valga una mierda.
Sería más fácil llevar una relación dándole el sí a todo, y finalmente te acostumbres a darle el Sí a toda una nación. El ser humano también es un bicho de costumbres aunque le duela, le moleste o le haga ruido.
Que el niño se acostumbra al ruido, que la mujer se acostumbra a la vida que lleva esa tan vacía, tan materialista. Que ingenuidad, ese niño querrá el silencio en adulto y esa mujer buscará amor en otro lado.
Yo no me quiero acostumbrar a que todo lo que quiera No exista, a que el NO siga existiendo en mi relación con otro humano, quiero un sí rotundo, una agarrada de la mano y un ¡dale para adelante, vamos!

Algunas personas son tan extremadamente egoístas que no ven que el otro juega el rol que está condicionado.
Que a su momento cuando le nazca, cuando quiera lo hará  ¿Y qué pasa con lo que quiere el otro? ¿lo busca en otro lado? ¿No es dar y recibir? ¿O es sólo recibir lo que el otro quiere dar y cerrar los ojos? Aceptar, callarse la boca, sentarse y esperar.
No me nieguen que eso no es jugar con el humano.

Pero después se enojan, piden respeto, amor, reclaman paciencia de años, más de la que uno tiene y una en las manos no tiene más que un perfume que pudo comprarse ella misma si quisiera.
Claro, sos una mala mujer por no aceptar eso, por no aceptar algo material, cuando en realidad lo que quiere es amor y tradicionalismo de su país.
La mina dejó su familia, su pasado, sus amigos, su barrio, su ciudad y su país por vos, pero no sos capaz de darle algo que NO cualquiera puede darle. Aún me quedan escrúpulos para tener en cuenta que una No se compromete o casa con cualquiera.
Quizás el tiempo le de la razón a los otros, a los que miran detrás de una vidriera y al final me digan «Yo ya te lo había dicho», pero en mi caso prefiero liberarme y que el destino haga lo que quiera.
Y no me vengan a hablar de amor.

Poema I

A veces el cuerpo te pasa factura porque la mente no para,
no se toma vacaciones,
problema tras problema
y el cuerpo se enferma
ni te miras al espejo.

A veces quisiera acabar con tanta sensibilidad
y recuerdo que no tengo ni un lápiz para clavarme
en el ángulo de una oreja
para ser cada vez más sorda
o en el ojo
pero no recibir donación de un muerto.

Es un asco recibir un ojo de un muerto
No estamos acostumbrados los vivos a mirar desde los ojos del otro.